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licor de nuez
Orahovac
Receta de mi abuela materna Bosiljka Franka Kličinović, orahovac, que quiere decir "licor de nuez" en croata, es una pócima secreta y mágica que se ha transmitido de generación en generación.
A base de nuez y grappa, el orahovac tiene otro ingrediente esencial: el tiempo. Su proceso se inicia en primavera, atraviesa el verano y el otoño, para alcanzar su madurez con la llegada del invierno.
Profundo elixir de color oscuro y tonos rojizos anaranjados, su aroma remite a la madera del nogal, al bosque, al hogar. Su sabor dulce y textura aterciopelada se equilibran en los fondos especiados, levemente amargos y picantes que lo singularizan.
Ideal como aperitivo, después de las comidas, o a cualquier hora en que se desee un placer, un sabor amante, una inspiración.
Petaca de 200 cl: $200 ARG
PROMO lanzamiento: 2 x 300$ !
Budín de Orahovac
receta familiar
Las nueces que han hecho el licor son las protagonistas en este budín, creación de Ana María, mi mamá. Inspirada en las recetas de las tetas de Croacia ("teta" es "tía" en croata), esta obra de arte croata-argentina, reúne todas las propiedades del orahovac, en estado sólido. Y es realmente delicioso.
Mi familia croata
nuestra historia
En esta foto vemos, de izquierda a derecha: a mi abuela Bosijlka (conocida como "la abuela Bata"), su hermano Jozo ("barba -tío- Jozo"), y su madre Marja (mi bisabuela "la None"), con 15, 16 y 40 años respectivamente.
Al momento en que esta fue tomada, ya hacía 15 años que mi bisabuelo Felipe Kličinović había tenido que abandonar Croacia (en ese entonces aún Yugoslavia) en busca de prosperidad para el resto de su familia, hacia un destino totalmente desconocido para él: la Argentina.
Cuenta la leyenda familiar, que este botecito que vemos aquí, es el que los transportó desde su pueblito isleño, Postira, hacia el barco que atravesaría el océano Atlántico: el gran buque Neptunia, arribado el 11 de diciembre de 1939 a Buenos Aires.
